MÚSICA Y PSICOLOGÍA

viernes, 17 de octubre de 2014

INICIACIÓN MUSICAL TEMPRANA

La capacidad de aprendizaje de los niños es asombrosa.

Una estimulación musical adecuada desde su primera infancia puede influir en el desarrollo de sus capacidades. A estas edades, el juego y la repetición son la principal forma de aprendizaje, así que la clase tiene que ser un juego en sí misma. De la forma más lúdica posible, tenemos que impregnarles de música y sonidos y contribuir a que ellos mismos exploren, descubran, manipulen e incluso creen música.

Dada la importancia de estas clases, se ha regulado en la asignatura Música y Movimiento. Su objetivo no es sólo el de ser una preparación para las clases de Lenguaje Musical posteriores. Es una vía para el desarrollo de las capacidades expresivas, musicales, intelectuales y motrices del niño.

Son un recurso excelente para fortalecer habilidades sociales como la comunicación con sus compañeros, la desinhibición, y el trabajo en equipo. El aprendizaje musical también favorece el desarrollo de otras capacidades como la atención, la memoria, observación, concentración y coordinación.

Es importante que sientan la música, que bailen y dancen y que utilicen su cuerpo como un instrumento. Tenemos que conseguir que vivan la música mediante imágenes, colores, movimiento, plástica, juegos...


OBJETIVOS GENERALES

- El uso de la voz, tanto en el lenguaje como en el canto: recitar, cantar, escenificar cuentos e historias y reconocer la voz como el instrumento que es.
- Reconocer y diferenciar las cualidades del sonido (altura, timbre, intensidad y duración)
- Relacionar los sonidos con el objeto que los produce.
- Utilizar otras grafías, además de las convencionales para expresar las cualidades del sonido, como colores y formas.
- Aprender a usar el movimiento como medio de expresión. Conocer su propio cuerpo, desarrollar su seguridad rítmica, el sentido del espacio y el tiempo y el sentido de la dinámica.
- Favorecer las relaciones con otros compañeros y con el grupo.


¿POR QUÉ UNIR MÚSICA Y PSICOMOTRICIDAD?

La música nos influye en dos aspectos diferentes: la musicalización y la movilización. Es energía y nos moviliza desde antes del nacimiento.

Igual que otros estímulos, produce un amplio abanico de respuestas voluntarias o involuntarias, inmediatas o diferidas. Cada estímulo sonoro tiene unos efectos a nivel biofisiológico, afectivo y cognitivo.

Teniendo en cuenta estas características podemos aprovechar la música para conseguir un mejor desarrollo motor a edades tempranas. El niño relaciona la música con la actividad, el movimiento, el juego y la alegría sin ninguna necesidad de aprendizaje. Le ayuda a expresar sensaciones musicales y nos permite educar íntegra y armónicamente al niño.

Unir la música al desarrollo físico posibilita y favorece la motricidad, la coordinación y todas las funciones físicas en un contexto lúdico y de relación personal. Mediante la unión de estas disciplinas podemos potenciar aspectos que se trabajan en otras áreas pero bajo el prisma ameno y divertido propio de la música.

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